Redescubrimos esta herramienta en la revista Abeille de France. En 1961, André REGARD, autor de varios libros técnicos sobre apicultura, produjo una herramienta educativa capaz de medir la amplitud de un flujo de miel y así permitir a los apicultores anticipar mejor la interrupción de las alzas y elegir mejor la ubicación de sus colmenares.
Las mediciones se realizan en función de la temperatura y la humedad, también influenciadas por el viento. Por supuesto, hay que tener en cuenta otros parámetros, como la naturaleza del suelo y la variedad de cultivos.

Jerónimo Clerjeau